Es un espacio emblemático que conserva, cataloga y difunde la obra de Manfred Gnädinger, más conocido como “Man”. Su trabajo se compone de más de 5.000 piezas.
Este eremita de origen alemán vivió en una humilde caseta en el espigón del puerto, alrededor de la que creó su jardín-museo. La mayoría de sus esculturas están hechas con cantos rodados y con restos que el mar fue depositando en la costa.